Luis Dorrego viene realizando una intensa labor formativa, combinando técnicas de interpretación y de crecimiento personal. Fruto de ese trabajo conjunto, ha sido la publicación de varias obras. Algunas de ellas se han convertido en referentes en cuanto a la enseñanza de técnicas de interpretación y comunicación (Técnicas Dramáticas para la enseñanza del Español, 1997; Dirección Escénica, 1996; Coaching a Escena, 2013). Recientemente ha publicado un nuevo trabajo, resumen de los cursos que lleva impartiendo en torno a la Seducción. Despierta tu poder de Seducción: Como Gustar(te) sin Mentir(te), es una oportunidad para identificarnos, y convertirnos en unos seductores.
1.-¿Qué te impulsó a escribir este libro?
Sinceramente, mi editor, Miguel Pedrero, de Ediciones Cydonia. Me buscó y preguntó si podía escribir un libro de Seducción que incluyera todos los niveles relacionales, y le contesté que sí. Fue un regalo y un esfuerzo, ya que yo estaba cómodo con los talleres que llevo impartiendo desde hace diez años o más. Pero llevar toda esa práctica a un texto que fuera tan potente como el Taller de Seducción y lo resumiera fue un buen reto. Al final sinteticé el Taller de Seducción y el de Psicoescena y me salió un libro de más de trescientas paginas, ¡mucho mayor de lo que se esperaba el editor!
2.-Nuestra cultura, muy marcada todavía por la concepción de la vida que nos transmite el catolicismo, ha considerado siempre la seducción como un aspecto negativo. ¿En qué forma es un obstáculo?
Se trata de una errónea interpretación de la Biblia. En su origen el término tenía otro valor: en Griego clásico seducción significaba engaño o traición. En latín la palabra seducere significa únicamente llevarse aparte a alguien, llevarse a alguien consigo, atraerlo. Sin embargo, al traducir la Biblia del griego al latín en el siglo V d. C., seducción aparece en varios lugares con el significado griego primigenio. Es especialmente en el Génesis donde más repercute este significado en la historia, ya que es de sobra conocido el episodio en que la serpiente seduce a Eva y ésta a Adán. Así, a partir de esta época, la palabra seducción mantiene este significado negativo, que es con el que pasó a nuestra lengua.
Por ello, cuando hablamos de seducción, no deja de resonar el concepto de pecado en nuestro mundo occidental. Un seductor en un pecador y sólo los pecadores seducen.
Lo que se propone en las páginas del libro consiste en potenciar la acepción latina en su significado de atraer, pero de una forma amorosa, siempre comenzando por uno mismo.
3.- ¿Qué es un seductor tóxico?
No me gusta usar la palabra “tóxico” para aplicarla a las personas. Creo que nos limitamos al usarla, porque perdemos de vista las características que tienen esas personas para que no sean positivas para nosotros. Al poderlas calificar con sus diferencias quizás aprenderíamos algo de nosotros mismos, ya que lo que me molesta de ti es lo que no veo o no quiero ver de mí.
A mí me gusta llamarles "seductores manipuladores", que es lo que yo fui durante muchos años de mi vida. Un seductor manipulador consciente sería una persona que seduce para conseguir poder, satisfacciones inmediatas o evasión, reduce las relaciones a un juego donde el otro no tiene valor, y lo convierte en un mero pelele de su deseo pueril, en muchos casos. A su lado existe el manipulador inconsciente, es decir, el que no sabe que manipula, pero que también provoca mucho daño a su alrededor. Este personaje busca desesperadamente el cariño de los demás y les usa para conseguirlo. Posiblemente, la educación durante su infancia posibilitó esta forma de "acercarse" a los demás. La estructura es sencilla, uno de los padres pone límites y el otro no, y le da al niño lo que pide. De esa forma se aprende a manipular y a conseguir el amor de ambos. Años más tarde, se dan cuenta de que en la edad adulta eso no funciona, pero no saben cómo salir de la trampa.
Ambos tipos de seductores se dañan a si mismos ya que no ven que el amor está dentro de ellos.
4.- ¿Cuáles son las máscaras sociales arquetípicas?
¡Hay demasiadas, según mi opinión! Jajaja.
La primera y principal es la propia persona. No en vano en la Grecia Clásica la palabra “máscara” significaba persona. Cuando construimos una personalidad ¿construimos una máscara? Para mí sí, y al hacerlo nos alejamos de nuestra verdadera esencia amorosa.
Esto estaba claro para Jung. Para él, el arquetipo de la persona era el ser que quería seguir su propia opinión, expectativas, y que tiene la necesidad de acomodarse a los demás, a la sociedad y sus mascaras. Esta contradicción llena nuestra vida y, si no trabajamos para desenredarla, nos atenaza y fosiliza. Es decir, vivimos en la máscara más que en nosotros mismos.
Luego, como si de una obra teatral se tratase, existen multitud de máscaras sociales por las que pasamos en el escenario que nos ha tocado, o elegido, vivir. Están los buenos y los malos (personas, padres, madres, hijos, etc.) y nombro a éstos los primeros por la famosa frase de Jung, "prefiero ser un hombre completo antes que ser un hombre bueno". Es decir, si "soy bueno" no consigo ser yo mismo, ya que rechazo lo que no acepto de mí, mi "sombra". De esta forma mi máscara es más pétrea aún.
También están los personajes secundarios como el auto exigente, la víctima, el perseguidor, el inocente, el rebelde, el castigador, el perfeccionista, el seductor, etc.
Todos ellos conviven dentro de nosotros en ocasiones o durante un buen tiempo. Todo dependerá del apego que le tengamos al "personaje".
5.- Mucha de la frustración emocional se refleja a través de las Redes Sociales que, en algunos aspectos, se han convertido en un campo donde lo tóxico puede fluir sin límites. Desde tu experiencia, qué piensas sobre ello.
Creo que las redes sociales pueden convertirse en una máscara más, simplemente. No me gusta exorcizar las novedades ni los avances. Son una herramienta poderosa si están bien usadas, como todas.
Si las utilizo para esconderme de mi verdadero yo y llegar a los demás bajo mi máscara virtual, conseguir amigos o seducir, no es ni más ni menos que lo que muchas personas hacen en otros ámbitos. He visto a bastantes personas que usan los encuentros de crecimiento personal o las clases de baile, entre otros lugares, para buscar ligues o parejas.
En nuestros primeros encuentros con "el otro" generalmente mostramos nuestro mejor carácter, escondemos la tripa o los pechos y brillamos como un pavo real..., luego llega inexorablemente la realidad y las máscaras autoimpuestas desaparecen. Lo malo es que muchas veces te pilla ya casado, jajaja. Sea como sea, la realidad aparece en algún momento.
Creo que con las redes sucede lo mismo, all final tiene que desvelarse el ser humano con sus contradicciones y su brillo.
Respecto a las frustraciones sí, estoy de acuerdo, es un lugar donde proyectar nuestra ira o nuestro cariño también. Eso me parece hasta positivo. Lo que no me lo parece es el anonimato, esa sería otra nueva máscara social.
6.-El libro pretende utilizar una seducción positiva que comienza con nuestro autoconocimiento, y posteriormente la transmisión hacia el resto de aspectos de nuestra vida. Te centras especialmente en la vida en pareja como uno de los momentos "críticos" o más complejos. ¿Qué es lo que puede aportar la seducción?
La Seducción es amorosa o no lo es. Con esto quiero decir que, o nos miramos a nosotros mismos con y desde el amor, o nuestras relaciones no serán un maravilloso encuentro entre dos seres luminosos. Estarán llenas de temor y desconfianza, como el encuentro de dos mascaras en un escenario no sólo vacío, sino yermo.
En el libro trato de este tema en su primera mitad y luego de las relaciones, laborales, de pareja, con los hijos y con nuestra vejez. La vida en pareja es una parte tan solo del universo del seductor amoroso.
Si lo trato como un momento crítico es porque es un momento de verdad: el instante en que yo decido vivir con una persona durante un tiempo no me puedo ocultar, se produce un desenmascaramiento nacido de la convivencia, el roce, el sexo, los conflictos.
Para mí, la pareja es el lugar de aprendizaje más hermoso que nos brinda la vida y lo perdemos de vista, en ocasiones. Cuando elijo a una pareja, estoy eligiendo a una persona para compartir una parte de mi vida y que me va a mostrar ¡cuales son mis debilidades desde el cariño que nos une! Esto es un regalazo.
Lo que aporta la Seducción es la mirada amorosa. El mirarme con amor y desde ahí, poder aceptar y comprender a la pareja. Se trata también de un trabajo de compasión, de aceptación a un nivel alto. Seducir es dar, no tomar, seducir es dar mi amor, mi luz, y desde ahí poder verte a ti con el tuyo, el tiempo que dure.
7.- ¿Cuáles son las dificultades que encontramos para seducirnos a nosotros mismos?
En primer lugar nuestra educación. Desde niños no nos enseñaron a querernos, a tener una autoestima sana, a enfadarnos, a ser asertivos. Nuestra educación, aún hoy, es complaciente con los demás, es adaptativa al medio social y se olvida del individuo, del niño que está aprendiendo a vivir.
Es una educación donde no se enseña el valor de las emociones, ni de nuestro cuerpo como guía de nuestro ser.
Otra dificultad importante también es la propia cultura que nos ha convencido de que si nos queremos a nosotros mismos nos convertimos en egoístas. Eso ha hecho mucho daño.
Y al final, nuestro juez interno. Todos esos personajes secundarios que he mencionado anteriormente, amantes de la complacencia y de lo acomodaticio, que nos imposibilitan llegar a nuestra esencia amorosa.
8.- Insistes en la asertividad, y la figura del ser "agresivo" o ser "pasivo", que marca parte de nuestras relaciones sociales. Consideras que éste es uno de los aspectos más complejos de aprender a gestionar. ¿Por qué y cómo podemos resolverlo?
En mi vida complaciente vivía esos dos personajes, pasaba del "bueno, vale", a la agresividad por el hecho de haber dicho lo primero muchas veces, por callarme lo que me molestaba. A los niños se les prohíbe enfadarse, como si el enfado fuera algo negativo. Esta emoción primaria nos sirve para poner límites y para decir "no" cuando sea necesario para nuestra persona y su seguridad.
Yo, además, era un niño "bueno, muy bueno", ya lo afirmaban mis padres. Y yo, creo, que quería ser completo, no bueno, como todos los niños. Esa etiqueta y la re-presión emocional fueron un buen cocktail para no poder desarrollar un comportamiento asertivo. Es más, mis dos primeras parejas fueron fruto de un "bueno, vale", que me llevó a unas relaciones de tres años la primera y de cinco la segunda.
En el libro planteo una serie de ejercicios para conseguir poner límites, comunicar nuestros enfados a niveles bajos, no iracundos, y conseguir una práctica asertiva que nos lleve a ser personas más equilibradas. Todo ello basado en quienes somos y en re-conocer nuestros derechos. Lamentablemente nuestros padres también se olvidaron de contárnoslos.
9.-Los cursos que impartes, en torno a la "seducción·, tienen un alto componente interpretativo. ¿Cuáles son las técnicas actorales que empleas?
Ese Taller es el primero que diseñé y está muy cerca de mi época de profesional del teatro. Es por ello que se fundamenta en muchos de los ejercicios que se efectúan en los procesos de aprendizaje de la interpretación moderna. Ésta se basa en la búsqueda de la verdad en la escena, es decir, una actuación alejada de las mascaras y de la artificialidad.
Estas técnicas son la que exploran el mundo interior del actor/actriz. Entre ellas están lo que Stanislavsky llamó la memoria emotiva, que posteriormente se desarrolló en el Actor's Studio de Nueva York, entre otros lugares. La verdad de Grotowsky, de Augusto Boal, investigadores y maestros de la segunda mitad del siglo XX, inspiran aún muchas de mis dinámicas. La exploración del cuerpo de Meyerhold o de los grandes coreógrafos de los últimos cien años, también. Afortunadamente pude estudiar y trabajar con actores y directores que en los años 70 aplicaban la Gestalt en su trabajo interpretativo. Pude ver al Living Theatre, a Kantor, a Barba... todos ellos artistas revolucionarios, que hicieron de la escena un lugar donde el cuerpo era el principio y el camino de la interpretación moderna.
Me siento un privilegiado que ha podido aplicar todo esto al desarrollo personal y al taller de Seducción y el curso de Psicoescena.
10.- ¿Quién debería acercarse a este libro?
Toda persona con inquietud personal, con el interés de conocerse a sí misma. El subtítulo lo explica todo: “como gustarte sin mentirte, como gustar sin mentir”.
Todo aquél que quiera crecer a través del amor.
Es para todas esas personas que creen que la Seducción siempre es manipuladora, que los demás nos tienen que dar lo que no nos damos a nosotros mismos, y que les sirva para cambiar su punto de vista. Es para aquéllos que les han hecho creer que el amor viene de fuera y que quieran dar un giro a su vida y regalárselo desde dentro.
Acerca de Luis Dorrego
Ha desarrollado parte de su actividad profesional como Director escénico durante más de veinticinco años, siendo galardonado tanto en España como en el extranjero.
Desde 1985 he sido profesor en diferentes universidades, tanto fuera como dentro de España: Universidad Complutense de Madrid, Universidad de Nueva York, Universidad de Nueva York (NYU), George Washington University (GWU), Siracuse University, Universidad de Alcalá de Henares, Fundación Ortega y Gasset, Fundación Rafael del Pino e Instituto Cervantes, entre otras.
Escritor teatral y autor de varios libros y publicaciones sobre la utilización de las técnicas teatrales en diferentes campos de la enseñanza, entre ellos, Dirección Escénica, Ediciones La Avispa, 1996, Técnicas dramáticas para la enseñanza del español, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alcalá, 1997, Propuestas para dinamizar la clase de ELE, Editorial Edelsa, Madrid, 2006, Los lenguajes dramáticos del Naturalismo al Realismo Mágico, Editorial Ñaque, 2006, y Coaching a Escena, Editorial Ñaque, 2013.
Practicioner en PNL y formado en Constelaciones Familiares y Organizacionales, Inteligencia Emocional, Sinergología y facilitador de PSYCH-K. Miembro de AECOP (Asociación Española de Coaching Ejecutivo-Organizativo y Mentoring), Es también Experto en Comunicación, Puesta en Escena y Superación del Miedo Escénico, realizando su trabajo como formador alrededor del desarrollo psicofísico, el cuerpo expresivo y las emociones.
Actualmente también imparte cursos sobre Práctica de la Inteligencia Emocional, Asertividad y Relaciones Positivas, Negociación y Resolución de Conflictos, Educación Emocional para Padres y Profesores, entre otros. También soy facilitador de Psicoescena®, taller terapéutico para sanar heridas personales, así como de Constelaciones Familiares y Organizacionales
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